jueves, 21 de junio de 2012

ENCUENTROS CON LA HISTORIA.







Lic. Miguel Ángel Flores Rodríguez.
La Historia nos acecha cuando menos lo esperamos, nos vigila, nos embosca y de pronto está ahí, a la vuelta de la esquina, ofreciéndose a nosotros generosa y espléndida.
Así me ocurrió hace poco cuando con un par de amigos decidimos visitar una región del Municipio de Zentla a fotografiar unas aves, los que me conocen no ignoran que la fotografía es otra de mis pasiones y efectivamente llegamos a un lugar de Zentla conocido como La Reforma.
La localidad de La Reforma está situada en el Municipio de Zentla (en el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave). Tiene 92 habitantes (actualmente debe tener más) y se localiza a 700 metros de altitud sobre el nivel del mar.
En el camino que baja de San Jerónimo para El Pochote existe una desviación a mano derecha y por un camino de terracería llegamos a un lugar singular, extraordinario, donde pareciera que el tiempo se hubiera detenido
Lo que primero llama la atención es una casa antigua de dos plantas, la planta baja es de   mampostería antigua con un corredor y 5 pilastras de las cuales solo quedan 3 y otra que es de madera que sostienen una segunda planta totalmente fabricada de madera con techo de lámina de zinc que posee la característica de ser de 4 aguas.
La casa fue adquirida hacia a los años veintes del siglo pasado por don Florindo Demeneghi pero a juicio de doña Catalina y don Héctor Demeneghi, la casa ya era vieja cuando la compro su papá.
Al aproximarse al corredor y a la izquierda de la puerta principal se puede leer en un cuadro repujado enmarcado en madera: Casa de DeMeneghi. 1882-1996. Reconocimiento al valor y audacia de nuestros bisnonos Agostino DeMeneghi de Paulini. 1840-1895. Sofía Brendoli. 1842-1878. María Zampieri. 1848-1916. Sus descendientes radicados en México y América del Norte les rendimos cariñoso homenaje. La Reforma, Ver. 3 de Noviembre de 1996.
Al frente, enmarcando la casa y los pilares se encuentran plantados algunos árboles de cítricos pero lo que también llama poderosamente la atención es una parra que cubre buena parte del frente de la construcción. Dicha parra, me informa doña Catalina fue traída y plantada por su padre hace casi cien años, lo singular es que dicha parra aun sigue produciendo frutos y grandes racimos de uvas colgaban de sus ramas, racimos que fueron cortados para que los probáramos resultando su sabor de una dulzura sin igual.
Florindo García Demeneghi, hijo de doña Catalina, tiene su casa a un lado de la construcción de la que venimos hablando y es padre de tres hermosas criaturas y entonces es fácil reflexionar que estamos frente a tres generaciones de las cinco que se han acumulado a partir de la llegada de los migrantes italianos.
Me informan los dueños de la casa que esta y otra que se encuentra en Zocapa del Rosario son las únicas que existen como vestigios materiales de las casas originales que construyeron los migrantes, pero me informan también que lamentablemente la violencia del Huracán Karl les afecto destruyendo una parte del techo y sin recursos para repararlo hoy el agua se cuela por la parte destruida y está empezando a destruir la construcción por lo que es urgente encontrar algún mecanismo que les permita no solo reparar el daño causado por el huracán sino que pudiera restaurar el edificio entero.
La hospitalidad de la familia Demeneghi no tiene igual y su generosidad tampoco tiene medida pues enseguida nos empezaron a mostrar documentos muy antiguos, algunos enmarcados que nos hablan no solo de la historia de la familia sino que nos permiten además entender el proceso de colonización y la manera como se fueron adaptando a este país los migrantes italianos, pues la historia de la familia Demeneghi seguramente es parecida a todas las que llegaron a este lugar en 1882.
Llamó poderosamente mi atención un documento extendido a favor de Agustino Demeneghi ya que dicho documento exhibe en su parte superior un escudo nacional con un águila de frente con las alas extendidas y al centro con letras grandes el nombre de Porfirio Díaz.
El documento en cuestión acredita al señor Agustino Demeneghi como originario del reino de Italia concediéndole la nacionalidad mexicana. El documento fue otorgado el 4 de Junio de 1887 y fue firmado desde luego por don Porfirio Díaz.
Entre otras posesiones preciadas por la familia se encuentra una bandera representativa del reino de Italia, ésta, como antecedente de la actual bandera italiana posee los tres colores pero además tiene en su franja blanca el escudo de la Casa de Saboya rematada con una corona real y es que con la proclamación del reino de Italia, el 17 de marzo de 1861 se adoptó la versión creada por Carlos Alberto de Saboya, con el escudo Saboyano rematado por dicha corona. Este modelo permaneció vigente ochenta años hasta la caída de la monarquía, el 2 de junio de 1946 y desde aquel momento la bandera nacional está conformada sin ninguna insignia o escudo.
Me comenta don Héctor que esta bandera anduvo por muchos lados ya que siempre que hacían el famoso baile de banderas el 12 de octubre siempre la pedían prestada pero hoy se encuentra a buen resguardo en la Casa Demeneghi.
Podría seguir comentando sobre muchas de las sorpresas que guarda dicha casa, como el viejo baúl que me mostraron donde guardan muchos documentos antiguos y que prometieron mostrarme la próxima vez que los visite,  pero terminaré diciendo solo que la casa posee una espaciosa cocina tradicional donde gentilmente doña Catalina nos ofreció un delicioso café que nos permitió charlar no solo de historia.
Finalmente se me ocurre que si alguien puede ayudarnos a buscar una fundación o algún mecanismo que permitiera restaurar este lugar, sería un sitio excelente para promover el turismo histórico, fíjense bien, turismo histórico, término que recién acuño y que permitiría a muchas personas, especialmente niños en edad escolar, visitar un lugar original adonde se asentaron los migrantes italianos.
Si a ello aunamos que se promoviera la elaboración de platillos tradicionales de los migrantes como la polenta, se editara un folleto con la historia del lugar, se pudiera acondicionar un lugar para comer, para tomar café y para jugar bochas el sitio seria autofinanciable.
Si a ello le sumamos que el templo de San Jerónimo, el segundo más antiguo de América se encuentra a solo unos pasos, estará usted de acuerdo conmigo que La Reforma es un sitio lleno de Historia.

2 comentarios:

  1. Buen relato, suena atractivo el proyecto sin embargo esta familia ha exitido en el error por más de 100 años no son DEMENEGHI como pueden ven en la placa dice DeMeneghi que en los ocumentos originales Dicen De Meneghi osea separado, y en realidad eran De Medici lastima que por un error al interpretarlo al pronunciarlo a la hora del desembarco se haya perdido el linaje verdadero y como repito lo que por ahi leí hace muchos años y obvio despues de haberlo corroborado personalmente reto a quien sea a que encuentre en Italia a un De Meneghi o a un DEMENEGHI, no existen, ustedes vienen del norte de Italia de la zona de la Toscana y la historia de su familia es sin duda una de las mas apasionantes de Italia, documentense y veran que orgullosos se sentiran de su verdadero linaje.

    ST
    Mexico, D.F.

    ResponderEliminar
  2. Es verdad tiene usted razón pero no pueden ser Médici por qué esa era una familia históricamente muy poderosa e importante en itañiI desde el siglo XV aunque se especula que los padres de angostino Demeneghi di Paulini (Caterina y Domenico solo eran padres adoptivos) el era de Oblast Tula, Rusia. No se sabe si en realidad era de meneghi, D'Meneghi o Di Médici pero aún así Angostino dejo a sus hermanos en Ronchena y lentiai, haya deben existir sus descendientes. Angostino tiene desendientes en México, Argentina, Brasil y estados unidos

    ResponderEliminar