Por Sarai Xaca Solábac
Huatusco, Ver. 31 de agosto del 2012
Rufino Marini Tress y Gregoria García Hernández, un amor para toda la vida, un amor que fue creciendo con cada nacimiento de sus hijos, un amor incondicional; en la salud y en la enfermedad, dos almas que se unen para perpetuar un juramento realizado ante el altar de la capilla de San Ana un 25 de agosto del año 1945 en el bello poblado de Puentecilla Zentla.
Y así, para recordar y celebrar lo que Dios unió hace 67 años; hijos, nietos, bisnietos y demás familiares del apreciable matrimonio Marini García, unieron sus ilusiones, deseos y alegrías para festejar este gran acontecimiento con una gran celebración religiosa y social, donde las bendiciones y buenos deseos por parte de todos los asistentes corrieron en abundancia.
Todo estaba dispuesto, para que se volviera a repetir esta historia de amor, con nuevos integrantes de la familia, pero teniendo como marco principal la misma capilla que un día, fue testigo de esta unión sacramental.
Fue el sacerdote Margarito Flores, quien ofició la misa de acción de gracias de Don Rufino y Doña Gregoria; las emociones y sentimientos a flor de piel por parte de sus 12 hijos se dejaron sentir, quienes al lado de sus familias, contemplaban arrobados cuando sus padres, volvieron a expresar sus votos matrimoniales, con la firme convicción de perpetuar este amor que les arrebató el alma, fundiéndose en un solo ser y un mismo espíritu.
Padrinos de velación Abel Marini García y María de Lourdes Marini García, de anillos Lorenzo Emanuel González Marini y Sandra Marini Martínez, de arras Laura Croda Marini, de lazo Janette y Bianca Velázquez Marini, padrinos de biblia y rosario Gerardo Durante Marini y Katia Marini Fernández, de crucifijo Ana Iris González Marini, de ramo Carina Marini Hernández, de brindis Ciria Marini Cessa y de recuerdos Tania Velázquez Marini.
Abel, Rufino, Arturo, Héctor, Elpidio, Antonio, Armando, Joel; así como María de Lourdes, Iraís, Dolores, Mary, y desde el cielo, Carina Marini García, contemplaron orgullosos a sus padres; agradeciendo al creador la oportunidad de presenciar este bello acto de amor, donde se vuelve a refrendar este compromiso matrimonial.
Ejemplo de vida, Don Rufino y su apreciable esposa Gregoria, que a través de los años han formado una honorable familia dejando una gran herencia espiritual y moral para sus doce hijos, así como a sus cuarenta y cuatro nietos, y treinta y nueve bisnietos.
Al finalizar la celebración religiosa, familiares y amigos se dieron cita en el domicilio particular de los festejados, donde se sirvió un exquisito banquete acompañado de refrescantes bebidas , mas tarde Don Rufino y su gentil esposa Gregoria, partieron el sabroso pastel el cual fue servido a los presentes acompañado de una deliciosa taza de café.
Los aplausos, las fotografías, la música, los abrazos, y miles de sentimientos siguieron hasta la madrugada del día siguiente ; donde el firmamento les volvió a mostrar a este singular matrimonio, que la vida comienza a surgir , cada mañana en que sus miradas se encuentran y se unen en un solo ser. ¡Muchas felicidades ¡
