LEONARDO ANSELMI
Maricarmen García Elías
El movimiento animalista cada vez cobra más fuerza gracias a las acciones de diversas personas que hacen de la defensa de los derechos de los animales un estilo de vida, que gracias a su trabajo y esfuerzo trasciende a un nivel tan importante que incluso logran cambios impensables que transforman la ciudad o el país donde viven.
Los grandes cambios a lo largo de la historia han sido impulsados por pocas personas, que exponen sus ideas y es cuando entonces son respaldados por las masas, obligando a las autoridades a cambiar paradigmas y a abrirse a la modernidad y al desarrollo. Un ejemplo es Leonardo Anselmi, “El argentino que mató a los toreros” como algunos medios de comunicación lo llaman.
En 2010 el Parlamento de Catalunya, España, aprobó la prohibición de las corridas de toros en todo el territorio Catalán. La votación es el resultado de una una Iniciativa legislativa Popular, organizada por el Movimiento Prou! (basta, en catalán) mediante la nueva democracia, la que ejercen y deciden los ciudadanos de a pie, imponiendo la vox dei, la vox populi para colocar a los partidistas en el mero papel de registradores de las decisiones del soberano pueblo. Esta iniciativa fue firmada por 180,169 personas, cuyas firmas fueron certificadas por el gobierno.
Leonardo nació en Rosario, en un barrio de clase media trabajadora, hijo de padres maestros. Tiene cerca de 37 años, de los cuales 27 los vivió en Rosario. Como la mayoría de los animalistas, tiene un alto nivel académico; estudió música toda la vida, y también un poco de filosofía y sociología, acabó la carrera de marketing.
Trabajó de camarero estacionando autos, sacando fotocopias, tocando la guitarra en el metro de Buenos Aires, y luego, una vez acabada la carrera, tuvo puestos en importantes empresas. Con el tiempo comenzó a desagradarle el mundo de las empresas y comenzó a utilizar esos conocimientos en causas que subjetivamente consideró importantes, pero que objetivamente son causas justas. Llegó a Catalunya donde conoció a su mujer, Alejandra.
En una entrevista a Diego Arcos, diría: “Desde que tenía 14 años recogía animales de la calle, perros, cachorros sobre todo, los bañaba, les ponía un moño y salía a regalarlos por los parques. Al llegar a Catalunya me relacioné con gente con esta sensibilidad por los perros, y fue cuando descubrí que los seres humanos damos un trato injusto a otros animales, no sólo a los perros, y que tenemos con ellos una actitud fascista: los explotamos, los maltratamos, les hacemos sufrir, ensayamos en ellos, los comemos, nos vestimos con ellos, pero sin embargo son seres con la misma capacidad de sufrir que nosotros. Es verdad que no hablan, pero ¿eso justifica tanto maltrato? Abolir las corridas de toros no puede desprenderse de una causa mucho más amplia, que es la reconsideración del trato que damos a los animales no-humanos. Me llamo Leonardo Anselmi y quiero ser mejor humano, respetando la vida”.
Leonardo Anselmi, es uno de los animalistas contemporáneos más aguerridos que usando la democracia como herramienta de poder, “de poder derrotar al poder”, con su historia de vida ha demostrado ser un ejemplo de dedicación, esfuerzo y compromiso en la defensa mundial de los animales. gaem80@gmail.com
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