jueves, 3 de octubre de 2013

ANIMALIA


COSAS COTIDIANAS
Por: Maricarmen García Elías
Últimamente  son tantas cosas las que ocupan nuestro tiempo, mente y todo. El  país está entrando en uno de sus peores momentos y no tengo ningún color pero lo que se ve no se juzga. Las reformas a las leyes que están entrando poco a poco, una crisis económica acentuada, los aumentos a los precios de la canasta básica, los cada vez más escasos y deficientes servicios básicos para las familias, todo esto trae de cabeza al país.
No es culpa de nadie en particular, se alzan muchas voces para acusar a tal o cual personaje político, pero esto está detonando a raíz de los cambios recientes, sin embargo, son problemas sociales que ahí siempre han estado, sucede que cuando se implementan cambios siempre hay inercias y resistencia a ellos, y antes de que venga la calma se presenta un torbellino que parece no tener fin.
Ya es habitual en las últimas semanas encontrarnos con manifestaciones de maestros, que si bloquean calles, carreteras, centros de trabajo. La verdad es que al leer lo que ellos demandan y lo que contiene la reforma educativa- al menos los puntos sobresalientes que se han dado a conocer- no se puede fijar una postura radical, ambos lados tienen derecho en lo que demandan y proponen y hay cosas muy positivas para la educación si en verdad la ley se aplicara.
Otro tema es la reforma energética, al igual que la hacendaria,  reformas muy difíciles y complicadas. Que si PEMEX se privatiza, que si no, esto y aquello, rumores mediáticos que hacen entrar en pánico a la gente, cuando esto no solo se trata de leer la prensa, hay cosas de fondo como son las políticas públicas que se están aplicando, toda la metodología, el diseño, los fines, eso es lo que hay que analizar.
Sí hay elementos para alarmarse, sobre todo cuando vamos al súper y los alimentos están subiendo de precio que da gusto, en unas cositas ya son más de mil pesos y hay que ajustarse toda la quincena para que alcancen o cuando llega el recibo de la luz, o cuando hay que comprar gas, pagar el agua, etc.
A dónde quiera que se voltea hay pobreza, vendedores ambulantes por doquier, viendo cómo hacerse de recursos para llevar comida a sus casas, empleados que ya ni pasan tiempo con su familia porque tienen dos o tres trabajos para acompletarse y salir bien en la quincena o muchos desempleados al por mayor, jóvenes que dejan sus estudios para vender en las tiendas o cocinar hamburguesas, mamás solteras escogiendo la leche y pañales más baratos y que no pueden pensar en guarderías por el costo, viejitos mendigando, niñitos casi bebés en los bulevares con coca cola en vez de leche, cosas que no son nuevas pero que hoy se ven con más claridad que en otros años, una desigualdad palpable a causa acaso de un modelo económico no compatible para este país .
Es triste todo eso y a excepción de la gente insensible, aquellos que mientras están bien los demás les valen, duele mucho ver estos casos. Sin embargo, “cuando la vida te dé limones haz limonada”. En medio del peor escenario siempre se debe ser positivo y hacer lo que esté a nuestro alcance para tener un mundo mejor, en vez de quejarse actuar en lo inmediato y no rendirse, analizar nuestro voto en la siguiente elección, y en general, ser más participativos, dejar esa apatía como ciudadanos. Y claro, vivir felices con lo que se tiene.
 Muchas veces las cosas más sencillas y simples refrescan y llenan más que los lujos, no hace mucho lo comprobé, uno de estos días muyyy soleados no había transporte y cuando por fin hubo, los maestros y sus manifestaciones bloquearon la ruta por donde tengo que pasar y ahí estuve como 40 minutos, venía muy molesta porque cuando algo negativo pasa todas las cosas enojan y se vienen en cadenita, los zapatos aprietan, la ropa pica, hasta el radio del taxi irrita, en fin, anda uno de “mírame y no me toques”, venía predispuesta a morder a quien se me acercara, total que ya por fin al llegar a casa mi perrita me recibió – como siempre- con tanta efusividad y alegría que me sacó una sonrisa.
Días después veía en las noticias estos temas y tenía a mi perrrita en las piernas, aburrida con el sonsonete de la tele se quedó plácidamente dormida por unos minutos, y le ví su cara tan despreocupada y ajena a lo que pasa en el mundo que pensé… debo hacer lo mismo. En verdad es asombroso como los animales pueden contagiarnos esa paz y optimismo que los caracteriza, abrazar a nuestro perro, apreciar ese amor que nos dan y reírnos con ellos, aligera las cargas de la vida y nos hace más abiertos a lo positivo y  una actitud positiva acarrea muchas cosas buenas. Los animales no aprenden de nosotros, ¡nosotros si somos lo suficientemente inteligentes aprendemos de ellos! gaem80@gmail.com

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