PROTECCIÓN ANIMAL EN CÓRDOBA
Por: Maricarmen García Elías
Desde mediados del mes de abril del año en curso y hasta finales de junio, tengo la oportunidad de ser Regidora en la ciudad de Córdoba…mi ciudad. Luego de participar en muchas campañas electorales y hacer trabajo político pude ocupar la suplencia de una regiduría y al darse un escenario donde el propietario fue invitado a participar en esta contienda electoral una servidora asumió por tres meses la regiduría octava.
Tengo las comisiones propias de la regiduría, donde diariamente atiendo a las personas que necesitan alguna gestión relacionada con estas comisiones, y créanme que quienes tenemos vocación de servicio, a los que sí nos importa trabajar y ayudar a la gente porque venimos de la cultura del esfuerzo…desde abajo y conocemos las necesidades, quisiéramos en verdad resolverles todos los problemas a las personas pero lamentablemente hay situaciones en las que hace falta más de una mano.
Por ejemplo, los floristas del mercado La Isla, necesitan un techo para protegerse de las inclemencias del tiempo, ellos llevan tres años en situaciones precarias y por falta de recursos nadie les resuelve nada, hay colonias que aún necesitan pavimentaciones, agua y demás servicios básicos, inseguridad, mendicidad, en pocas palabras; falta desarrollo. Estos problemas, por citar solo algunos, no son exclusivos de la ciudad, los hay en todo el país. Debo reconocer que la actual administración, pero sobre todo el Gobernador Javier Duarte de Ochoa, que es también de estas tierras hacen todo lo posible y más por darle solución a los problemas de la ciudad e irla transformando poco a poco, pero cuando se arrastran errores de administraciones pasadas como la del ex alcalde Juan Lavín pues es más tardado ver cambios pronto.
Siempre me ha gustado la política y he trabajado desde que inicié mi actividad laboral en esto con mucho amor, dedicación y tiempo, porque la remuneración no siempre correspondía al trabajo desempeñado pero al final del día la satisfacción de saber que somos aquella parte de la población a la que le importa su ciudad, estado y país y en ese tenor trabajamos por cambiar aquello que no nos gusta o que consideramos injusto y ponemos nuestras fuerzas en lograr cambios y proponer iniciativas de desarrollo pues vale la pena pasar por cualquier cosa, lo importante es trabajar y trabajar aprendiendo de las experiencias buenas y malas.
Hay toda clase de funcionarios y servidores públicos en la política, que por los medios de comunicación y sus acciones se dan a conocer; aquellos que solo se aparecen en la oficina los días de quincena, aquellos que van un ratito a grillar solamente olvidándose de que a quien deben servir es a la ciudadanía porque a ellos se deben, aquellos grises que no proponen porque no saben nada de política ni dejan que otros propongan porque bloquean todo lo que huela a progreso y aquellos a los que sí les importa trabajar y desquitan el sueldo.
En este sentido, antes de llegar a este puesto, tenía la convicción y la tengo, de que es obligación de todo servidor público prepararse, leer, ir a trabajar todos los días, tener las puertas abiertas para recibir y escuchar a la gente, hacer todo lo posible por ayudar cuando se trata de asuntos viables y legales con honestidad y transparencia, usar a la prensa para decir cosas importantes no para caer en la denostación, todo esto más allá de los colores, en mi caso llegué por un partido a la Regiduría pero al transformarse éste y no coincidir con la nueva ideología no milité más ahí y actualmente no milito en ningún partido.
Mi perfil es el de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, licenciatura en Derecho, tengo dos maestrías, curso la tercera y siempre que puedo voy a cursos y diplomados interdisciplinarios para seguir aprendiendo. ¿Por qué comento todo lo anterior? Porque en medio de este contexto en mi ciudad y en el servicio público, observé que una de las cosas que la agenda municipal no incluye es la protección a los animales a pesar de ya existir una ley estatal y siendo poco el tiempo que estaré al frente de este cargo, me interesa dejar sentado un Reglamento Municipal de Protección Animal, que además las sociedades protectoras de animales en la ciudad lo piden.
Se lo comenté a mis compañeros ediles, por supuesto al Alcalde, al Síndico, al Secretario, la mayoría me dio opiniones favorables, y actualmente estoy incluyendo en el documento las sugerencias que me hicieron y aquellas que considero lógicas y viables. El reglamento además de sancionar el maltrato a animales domésticos, estipula tres vertientes: NO circos con animales, NO peleas de perros, NO peleas de gallos y NO corridas de toros.
No se imaginan cuánta polémica se generaría a puertas cerradas, comentarios absurdos propios de la ignorancia y debo suponer que así pasa cuando la gente que mueve los hilos en las ciudades chicas; llámese sectores de élite, eclesiásticos, empresariales y políticos, no tienen esa visión de lo que es la modernidad de una ciudad, sólo ven intereses propios y no solo en este tema, tal vez sucede lo mismo a la hora de impulsar acciones para favorecer otros rubros y áreas.
En estos casos, la tarea como servidor público es seguir luchando, escuchar y explicarle a los inconformes, que son los menos, los beneficios de regular el tema, dialogar y tener la firme convicción que se trabaja por un ideal justo que contribuirá al bienestar de todos. Afortunadamente creo en el diálogo y las muestras de apoyo de la ciudadanía son tan evidentes que seguramente a la brevedad, Córdoba tendrá un Reglamento de Protección Animal, de ser así se sumaría a Xalapa, Fortín, Teocelo y Boca del Río donde ya se castiga la crueldad hacia los animales y la ciudad obtendría también el reconocimiento de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA) al sumarse a esta campaña mundial de protección a los animales; de no ser así , sería una pena que pese más la ignorancia y el interés económico que el progreso de una ciudad. gaem80@gmail.com
