Esta semana la Cámara de Diputados, elevó a rango Constitucional el concepto de Derechos Humanos, diferenciándolo de las garantías establecidas para su protección. Una de las reformas más importantes en los últimos 25 años, siendo la conclusión de un esfuerzo de más de una década.
Propone garantizar la eficacia normativa de los Instrumentos Internacionales en la materia dentro del orden jurídico mexicano; además incorpora la enseñanza de los derechos humanos en la educación, en el entendido de que es un proceso formativo que permitirá la promoción de los valores.
La reforma tiene que ver con los derechos más importantes del ser humano: los vinculados a su dignidad y a su libertad. De igual manera, establece sustentar el sistema penitenciario y la política exterior de nuestro país en el respeto a los derechos humanos; así como fortalecer a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en sus facultades de investigación, cuando así lo juzgue conveniente o lo pida el Ejecutivo Federal, las Cámaras del Congreso, algún Gobernador, el Jefe de Gobierno del D.F. o las Legislaturas Estatales, además refuerza eliminar todo tipo de discriminación.
Asimismo, enfatiza los derechos de los niños, los de conciencia, los de profesar creencia religiosa alguna, a la vida e integridad personal, a la protección de las personas, entre otras garantías, no podrán restringirse.
Con esta reforma, la persona, la vida, el matrimonio y la familia tienen ahora un lugar destacado en el ordenamiento constitucional mexicano, gozando de una amplia protección.
De esta manera la Cámara de Diputados, manifestó su acuerdo para que la Cámara de Senadores, como Cámara revisora remita a las legislaturas de los Estados las reformas establecidas para su posterior aplicación.
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