jueves, 22 de mayo de 2014

ANIMALIA


Animales En Desastres
Maricarmen García Elías
Cada vez es mayor la conciencia que tanto la sociedad civil como las autoridades  gubernamentales adoptan en el tema de los animales damnificados por desastres naturales. La Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) celebraron, en fechas recientes, con éxito el foro “Retos y oportunidades para el manejo de animales en desastres en México” en que quedó clara la urgencia de incluirlos en los protocolos de prevención y atención de emergencias.
Jorge Rivera Álvarez, encargado de la Dirección General del CENAPRED, señaló que este fue un primer paso para mejorar la capacidad de México en la gestión de animales en riesgo y dijo que en México se necesitan nuevas políticas públicas encaminadas a salvaguardar y prevenir los efectos secundarios de los desastres sobre los animales.
A pesar de que México es un país que está muy expuesto a fenómenos naturales, está catalogada como una de las naciones del mundo con mayor capacidad para prevenir, enfrentar y sobreponerse a las emergencias. “Es ejemplar que CENAPRED se preocupe ahora por el bienestar de los animales que son cada vez más indispensables para la vida humana”, aseguró Gerardo Huertas, Director de Manejo de Desastres de la WSPA para las Américas.
En la cita celebrada en la ciudad de México, las ponencias de expertos de organizaciones nacionales como el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) de la Secretaría de Gobernación, la Cruz Roja Mexicana, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) ayudaron a identificar estrategias para reforzar una mayor coordinación interinstitucional.
Se contó además con la participación de organizaciones internacionales como FAO México, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias y el Servicio Nacional de Salud Animal, ambos de Costa Rica. Algunos de los puntos más destacados de la reducción de riesgo ante emergencias que realizan organizaciones como FONDEN y SAGARPA de México son un eficiente sistema de atención a desastres de origen natural, una gran capacidad de reconstrucción y un esquema de apoyo a productores a través de seguros catastróficos.
En Bolivia por ejemplo, en una primera etapa de ayuda ante las sequías y las heladas, la WSPA brindó alimento, medicinas y atención veterinaria a más de 50.000 animales. En una segunda fase se terminaron  de construir 46 de 70 albergues que proveen refugio a los animales y a sus crías, reduciendo los índices de mortalidad.
El equipo latinoamericano de Manejo de Desastres de la Sociedad Mundial para la Protección Animal viajó también en enero de este año a Filipinas para proveer alimento y atención veterinaria a más de 5.500 animales afectados por el tifón Haiyan, logrando con esto beneficiar a cientos de familias que dependen de ellos para superar el desastre.
“La magnitud de este desastre es abrumadora y dolorosa para la gente. Al proteger y ayudar a los animales en emergencias también estamos ayudando a las personas que han logrado sobrevivir, pues de ellos depende su sustento, alimentación, transporte y compañía”, expresó Gerardo Huertas, Director de Manejo de Desastres de la WSPA para las Américas.
“Las gallinas, el ganado, los búfalos y las mascotas son tan importantes para estas personas que, aún con la gran amenaza del tifón encima, se tomaron el tiempo de resguardar a los animales dentro sus casas logrando salvar a muchos de ellos”, expresó Juan Carlos Murillo, Coordinador Veterinario de Manejo de Desastres de la WSPA, destacado en la isla de Panay. El Dr. Murillo también aseveró que está demostrado psicológicamente, y ha sido evidente en esta emergencia, que las personas que sobreviven a un desastre junto con sus animales tienen una mayor capacidad para sobreponerse a la crisis que aquellas que los pierden.
Los esfuerzos de la brigada se enfocaron en evaluar la afectación real de los animales y asegurar su supervivencia brindándoles vitaminas para superar el estrés sufrido, alimento y atención veterinaria que incluyó antibióticos y vacunas contra enfermedades zoonóticas que podrían contagiar tanto a otros animales como a las personas, agravando las consecuencias negativas del desastre.
“No importa el lugar del mundo en que nos encontremos. Siempre hay posibilidades de prepararse y reducir el riesgo de sufrir desastres como estos de graves consecuencias para nuestros animales y familias”, puntualizó el Director de Manejo de Desastres de la WSPA para las Américas. La WSPA aconseja seguir las recomendaciones de expertos para prepararse junto con sus animales ante situaciones de emergencia. gaem80@gmail.com

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